CARMEN MARTÍN GAITE. Entre visillos.
BIOGRAFÍA (1925-2000)
·
Premios: Premio Café Gijón (por 'El balneario',
1954), Premio Nadal
(por 'Entre visillos', 1957), Premio Nacional de Literatura (1978).
·
Nace en Salamanca, en la dictadura de Primo de
Rivera. Hija de un notario, en una familia poco convencional. Su padre era
liberal, feminista y gran lector. Su madre era ama de casa pero deseaba una
buena educación para sus hijas para que tuvieran un destino diferente. Sus padres la animaron a
estudiar y el ambiente intelectual de su casa la acercó a la literatura.
·
Estudios primarios con profesores particulares, educación laica.
Quiso estudiar bachillerato en Madrid pero estalló la Guerra Civil. Entró en el
Instituto Femenino de
Salamanca. Después ingresa en la Facultad de Letras de la Universidad de Salamanca.
Se hizo amiga de Ignacio Aldecoa (profesor), quien influyó en su carrera
literaria.
·
1948: ya licenciada, se traslada a Madrid a hacer el
doctorado. Pasa a formar parte del grupo de amigos intelectuales de Aldecoa,
gracias a quienes se adentra en el mundo periodístico y literario. Coincide con Rafael Sánchez Ferlosio,
con quien se casará.
·
Junto a algunos amigos dio forma a la Revista Española.
·
Década de los 50: reconocimiento profesional. 'El balneario' y 'Entre visillos' (obras premiadas). Otros: Ritmo lento, Retahílas… Trenzó
historias con sus recuerdos.
·
Personalidad marcada por el liberalismo y la empatía.
·
1955: nace el primero de sus 2 hijos, que muere a los 6 meses de
meningitis.
·
1956: nace su hija Marta, con quien mantuvo una estrecha
relación.
· 1970: ruptura de su matrimonio. Encuentra
refugio en su hija, que aparecerá como interlocutora en la mayoría de sus
libros, incluso después de su trágica muerte en 1989.
·
Su carrera literaria se iba fortaleciendo
independientemente del género que empleara.
·
Sus publicaciones llegaron hasta EEUU.
·
Escribir fue su refugio de la dolorosa realidad.
OBRA
Desde escenas realistas hasta las más fantásticas. Cultivó
todos los géneros:
poesía, novela, ensayo, teatro, guión televisivo.
1. ETAPA INICIAL. Consigue el Premio Gijón por ‘El balneario’,
aunque se consagra en el mundo literario con 'Entre visillos' (Premio Nadal, 1957). Otro hito fue 'Ritmo lento' (1962),
que supuso una reacción contra el realismo imperante y un intento por volver a
centrar el relato en el análisis
psicológico del personaje.
2. SEGUNDA ETAPA. Comienza con obras más complejas en estructura: 'Retahílas' (1974) y 'El cuarto de atrás'
(1978). Aparece ya un elemento que se mantendrá en su producción: la referencia
a los sueños y la
aparición de elementos que harán dudar al lector de si lo que lee es real o no.
Presencias extrañas, apariciones insólitas… Hace intervenir a los sueños o pesadillas,
juega con la frontera realidad-alucinación. Así introduce misterio y la inseguridad en algunos
personajes, que dudarán haber vivido algo realmente o haberlo soñado. Los
personajes se plantearán la existencia real de otros personajes (En el cuarto
de atrás).
3. FEMINISMO. Importancia de los
personajes femeninos. Analiza la realidad de su época a través de ellos. Con su
ensayo ‘Usos amorosos de la posguerra española’ (1987) profundiza en el papel
de la mujer en la sociedad.
4. TRAS LA MUERTE DE SU HIJA MARTA (1989). 'Caperucita en Manhattan'
(1990) supone su regreso a la novela. 'Nubosidad variable' (1992). Puede sentirse
la presencia de su hija,
en las dedicatorias
y en los temas.
5. ÚLTIMAS OBRAS. 'Lo raro es vivir' (1996), 'Irse de casa'
(1998): muestran la intención de acercarse al mundo de los jóvenes.
6. OBRAS PÓSTUMAS. Cuadernos de todo: más de 600 páginas de
dibujos, apuntes, reflexiones…
*En EEUU es la segunda autora española más leída en los campus
universitarios, después de Camilo José Cela.
ANÁLISIS DE ENTRE VISILLOS
A pesar de hallarse a finales de los 50, la obra exhibe las
características propias del objetivismo
o neorrealismo.
ARGUMENTO
La novela cuenta la vida en una pequeña ciudad de provincias
de los años 50 a través de un grupo de jóvenes y las relaciones que se establecen entre ellos. El
hilo argumental recae en Pablo
Klein, un profesor de alemán que regresa a la ciudad de su infancia tras
una larga estancia en el extranjero. Él es uno de los personajes principales
junto a Natalia, Julia y Elvira.
Las conversaciones conforman el retrato objetivo de la sociedad de su
época: cómo vivían las familias burguesas, qué se esperaba de las mujeres
jóvenes, qué se pensaba sobre la soltería o sobre aquellos que pretendían vivir
de una manera diferente a la establecida…
Hay tres relaciones
de personajes que destacan: Gertru y Miguel; Elvira, Pablo y Emilio; y, Julia y
Miguel.
Natalia
es el personaje femenino que se muestra más maduro porque incluso es capaz de
enfrentarse a su padre y decirle todo lo que piensa respecto a la educación
restrictiva que están recibiendo.
Toda la acción se desarrolla entre septiembre (con el inicio de las Ferias y
la llegada de Pablo) y diciembre.
El final del trimestre coincide con el desenlace de la novela.
‘Chicas
raras’: jóvenes que se rebelarán a las limitaciones de aquella sociedad
y decidirán salir adelante con sus planes, como Natalia y Julia.
PERSONAJES
Cuatro personajes centrales: Pablo, Natalia, Julia y Elvira.
*Controversia personaje protagonista: Natalia-Pablo. Hay
diferentes opiniones acerca de quién focaliza en más ocasiones la acción de la
novela.
Pablo:
joven educado en el extranjero que regresa a su ciudad natal para dar clases de alemán en el
Instituto de enseñanza media. Ha vivido fuera de España (París, Italia, Berlín)
y tiene una mentalidad
diferente, lo que supone un punto discordante en aquella ciudad de
provincias acostumbrada a la rutina, las normas y la falta de libertad. Pablo
muchas veces no entiende lo que ve, como cuando le pregunta a Natalia por qué
tiene que ser su padre quien decida si seguirá estudiando. Lo observa todo al
mismo tiempo que es observado por el resto, quienes lo consideran un extranjero.
Nadie entiende su amistad con Rosa (cantante del Casino), ni su forma de dar clases. Al final decide marcharse.
Natalia:
adolescente que escribe un diario
en el que va plasmando sus sentimientos, experiencias e impresiones sobre
cuanto la rodea. Es diferente
al resto de chicas de la ciudad. Ella es más independiente y tiene sus gustos claros aunque las
demás no los compartan. No le agradan las fiestas ni ir al casino a esperar a que
los chicos la saquen a bailar. Prefiere leer, pasear o escribir en su diario.
Se hará amiga de Pablo,
quien la animará a seguir estudiando, aunque para conseguirlo haya de
enfrentarse a su padre.
Julia:
hermana de Natalia. Tiene 27
años. Se debate entre las exigencias del novio y las prohibiciones de la
familia. Su novio, Miguel,
es un joven guionista de cine que sobrevive como puede en Madrid. Julia
intentará calmar los ánimos del novio escribiéndole cartas. Miguel la anima a vivir
su propia vida, pero sus formas son bruscas. Ante el miedo a perder su relación, se escapará a Madrid para buscar trabajo y estar con su novio.
Elvira:
hija del director del instituto, que acaba de morir. Se ve frustrada por
tener que acatar las normas sociales que impone el luto. Aunque al principio parece diferente (le gusta leer,
pintar, pasear…) acaba sometida
al sistema. Es un personaje lleno de contradicciones. Se muestra rebelde muchas veces,
pero cuando se le presenta la ocasión para elegir libremente se acobarda. Pablo
será su punto desequilibrador, pues se siente atraída hacia él. Podría tener
una relación libre con él, pero acabará matando esa posibilidad para
conformarse con lo seguro, el matrimonio con Emilio, a pesar de que en realidad no lo quiere.
Cada personaje principal se convierte en eje en torno al cual
giran personajes
secundarios: así Emilio se configura como el enamorado de Elvira. En
torno a Julia giran Miguel y Mercedes. Pablo y Natalia con sus cambios de
escenario, van atrayendo a gran número de personajes: la animadora del Casino,
las amigas, las niñas del Instituto, los chicos del Casino o del Gran Hotel…
Algunos personajes responden al esquematismo de tipos clásicos y casi
tópicos, como el de Rosa,
la animadora del Casino, con aspecto
de mujer fatal, pero en realidad buena chica, sentimental y nostálgica, que llora
cuando se emborracha y se enamora del primero que la trata bien.
Yoni,
el artista oficial, es otro retrato tipo. El dinero de su padre, a quien llama ‘viejo
cerdo’, le ha permitido viajar y conocer
mundo para volver a su ciudad y rodearse de una corte de admiradores que en ningún
otro lugar podría conseguir. Que sea homosexual, igual que su hermana, es un detalle accesorio. El
dinero parece ponerlos al amparo de posibles rechazos o críticas.
Mercedes
y Goyita son dos
versiones de un mismo tipo de mujer, cogidas a diferente edad. Goyita aún tiene
esperanzas. Mercedes, ya solo tiene resentimientos, amargura y unas necesidades
reprimidas que estallan de repente y rompen el molde de respetabilidad e
indiferencia ante los hombres que se esfuerza por aparentar.
La
chica coja, Mercedes, Isabel… todas se refugian en la dignidad para superar su
falta de atractivo con el sexo opuesto. Goyita finge desinterés ante la noticia
de que Manolo Torres,
el que le gusta, está en la ciudad; pero lo llama de inmediato al Casino y
cuelga cuando se pone.
Marisol:
joven que llega de Madrid
para pasar las fiestas. Su forma de hablar, vestir y comportarse la hacen distinta. Tiene el pelo
corto, fuma y usa sandalias. Busca hacerse amiga de las jóvenes más modernas y
flirtear con chicos. Representa
el inicio del cambio de rol en la mujer que llegará en los 70. Está tan
segura de su atractivo, que no duda en dar facilidades: pide fuego a
desconocidos, se queda de pie donde más fácil es que la saquen a bailar... Su
actitud con Manolo Torres
es el reverso de la postura de la chica coja. Cuando este es rechazado por
Natalia y la invita, no se considera ‘plato de segunda mesa’, sino que
aprovecha la ocasión.
Gertru:
amiga de Tali. Tiene 16 años. Se casa con un teniente de aviación que le lleva diez años. Es
también un tipo: la niña casadera, que no ve más horizontes en su vida que los
que le marca el matrimonio. Acepta
sin rebeldías las normas que le van dictando el futuro marido y la
suegra. Su integración en el mundo tradicional de los adultos es absoluta y sin
problemas.
Ángel:
aviador. Novio de Gertru. Encarna el tipo de hombre retrógrado, enemigo de todo avance social: busca
a una chica inocente para un matrimonio sin riesgos y la adoctrina. Se niega a
que siga estudiando. Va de fiesta en fiesta interesándose por otras mujeres,
bebe demasiado y trata con excesiva dureza a su novia.
Miguel:
novio de Julia. Discuten
a menudo. Es un hombre libre, que vive en Madrid sin un trabajo fijo. Desea a
Julia y le pide
constantemente que se vaya a vivir con él, aunque no estén casados. No
respeta las estrictas normas de las familias tradicionales.
Emilio:
encarna la servidumbre
amorosa. Mucho más que Julia, que discute y critica la actitud de su
novio, que intenta soluciones de compromiso, la postura de Emilio es de
absoluta entrega, todo en su vida está encaminado a conseguir que Elvira se
case con él, sin tener en cuenta que eso no implica que sea correspondido; pero
parece bastarle la posesión que el matrimonio significa. Son constantes sus manifestaciones de
rendimiento y súplicas. Y a Pablo le hace una confesión que raramente se oye en
boca de un hombre: la
sumisión completa a los deseos de la amada, hasta perder la propia identidad.
Mercedes:
hermana amargada que solo aparece en compañía o en función de Julia, con quien
riñe continuamente. Encarna el prototipo de chica soltera que temía la juventud
del momento, pues va a cumplir treinta años y no tiene pretendiente. Sus amigas
lo achacan a su mal carácter.
Alicia
Sampelayo: es una niña rubia pobre. La escasez de medios materiales, la falta de libros en su
infancia y la dureza de su vida parecen haber condicionado su psicología realista y práctica, pero sin las
ilusiones propias de la adolescencia y sin ninguna capacidad para percibir la
belleza. Alicia, que no ha tenido una educación tan refinada como otros
personajes (Pablo, Natalia, Elvira, Emilio…) no es capaz de percibir la belleza. Hacer un
diario ‘le parecía cosa de gente desocupada’ porque ella cuando no estudia
‘tiene que ayudar a la madrastra a hacer la cena y a ponerle bigudís a las
señoras’. Por el contrario, casi todas las chicas se pasaban la vida
escribiendo cartas o diarios.
Teo:
hermano de Elvira que estudia notarías y que no es muy social ni nunca se le ha
conocido novia.
Otros personajes: el coronel (Luis Colina, enamorado de Goyita),
Lydia, la tía Concha, el padre de Natalia, el actual director, don Luis (el cura)…
TEMAS
Los temas están marcados por la situación social y política española de finales de
los 50. El país estaba marcado por la dictadura y por la moral del nacional-catolicismo.
1. LA RUTINA. La novela describe la vida cotidiana de un
grupo de jóvenes en
una ciudad de provincias de la posguerra española, centrándose en las mujeres y su carencia de
libertades. La rutina invadía sus costumbres y solo se esperaba de ellas que
consiguieran un buen partido para casarse.
2. LA AUSENCIA DE LIBERTAD. Cualquier acto
o decisión de las mujeres estaba sometido a la supervisión de un hombre o adulto: estudios, ropa,
amistades… En cambio, los hombres podían estudiar, salir, beber, fumar, e incluso
alternar con otras mujeres, porque estaba bien visto. La falta de libertad se
manifiesta mediante la vigilancia
de unos personajes sobre otros.
3. MACHISMO. Los hombres se hacen los
interesantes, mandan y organizan la vida de sus parejas. Solo Pablo y Emilio
son diferentes. Un ejemplo está en la conversación de Ángel sobre su
infidelidad.
4. ROLES DE GÉNERO. La moral de aquella
época reprimía demasiado: el único papel de mujer era de madre y esposa. Los hombres
estaban por encima.
5. EL MATRIMONIO. Lo deseable era casarse con un hombre de buena
posición social. Era habitual que el hombre fuera mucho mayor que la mujer y se
toleraba que ya hubiera tenido experiencias anteriores. Pero ella debía ser joven e inocente.
6. SOLTERÍA. En gran parte del país, la
soltera se acabó convirtiendo en una especie de paria, que servía al padre o a
los hermanos. En las ciudades podía llegar a emanciparse trabajando, pero la
mayoría preferían el matrimonio a cualquier oficio, buscando en él una huida a
la mal vista soltería.
En los años 50 casarse era una necesidad.
7. DIFERENCIAS SOCIALES. La mayoría de
personajes burgueses de la novela rechaza a las clases sociales más humildes.
Pablo, que ha vivido en diferentes países, no entiende que en el instituto
predominen las chicas de clase social más humilde. En el centro de enseñanza le
explican que las chicas de familias conocidas, lo normal era que cursaran
bachillerato en colegios de monjas, donde enseñaban más religión y buenas
maneras, y no había tantas chicas humildes.
8. INMOVILISMO Y HUIDA ANTE LA IMPOSIBILIDAD
DE CAMBIO. Se debe aceptar las normas impuestas, el orden establecido. Nadie
puede pretender actuar de un modo diferente al esperado. Quien lo intente,
tendrá que huir de aquella ciudad ante la imposibilidad de cambiar las cosas.
Es la alternativa por la que optan los personajes ‘rebeldes’ al no encontrar
otra opción que la de escapar de la provincia cuando reparan en que no pueden
cambiar el ambiente represivo y cerrado en el que viven. Estos personajes son
Pablo, Julia y Natalia, que se presupone que se marchará para seguir
estudiando.
9. TEDIO. El tedio de vivir, la falta de
esperanzas. Las chicas se aburren a morir esperando la aparición de chicos que
les gustan y haciendo planes para un futuro que casi nunca llega a realizarse
felizmente. El personaje que manifiesta más ese tedio es Elvira. Es la que lo vive
de manera más dramática,
en cierto modo, más literaria que real. Cuando se encuentra con Pablo cita unos
versos de Juan Ramón
Jiménez, que expresan el ‘desdoblamiento entre cuerpo y alma’ que
también ella siente. El
tedio se encarna de modo más auténtico en Goyita, en su visión del
aburrido invierno que se acerca.
10. INDIVIDUO Y SOCIEDAD. Destaca la lucha
del individuo con su medio y las diferentes formas de superarlo o de ser
vencido por él. Se trata de la rebeldía del individuo contra la sociedad o bien su
integración en ella. En la novela aparecen desde la integración sin problemas (Gertru, Emilio)
a la que se consigue con amargura (Mercedes, Goyita); desde los intentos de rebeldía fracasados
(Elvira) a los triunfantes
(Julia y suponemos que Tali). El padre de Natalia plantea el problema de la incomunicación. El padre
admirado en la infancia se convierte en una figura lejana, juzgada con
compasión. Comparte las posturas
retrógradas de la tía soltera.
11. EL MUNDO FEMENINO. Destaca la
importancia del mundo
doméstico, de las mujeres, para dejar constancia de la ausencia de libertades
que padecían. Un espacio importante de ese mundo es el mirador, el lugar desde el que las mujeres
de la familia o las visitas observan el mundo sin abandonar su hogar. El
mirador de la familia de Tali es muy apreciado, de él dicen las visitas que es
un ‘coche parado’: el
mundo pasa frente a sus ventanas y no se corre el riesgo de salir de casa. El
mirador es lo primero que se limpia de la casa. En él está la camilla,
la radio, el costurero…El cambio de estaciones se refleja en las faldas de la
camilla. La cocina no aparece, quizás por tratarse de familias burguesas con criadas. Talita tiene un dormitorio para ella sola,
y en él escribe su diario, pero es un cuarto frío, y por eso le ponen una mesa
en el salón para que estudie allí, cosa que le disgusta porque siente que las
visitas, en el mirador, curiosean y hablan de ella. Elvira tiene un cuarto
independiente, en el que pinta, fuma y se tumba en la cama turca, y en el que
recibe a sus amigas e incluso a Emilio y a Pablo. Pero acaba refugiándose en el
cuarto donde su hermano y Emilio preparan las oposiciones. El lenguaje de las chicas es
más coloquial y creativo:
‘Mira que eres faenista’/ ‘No me gusta servir de plato de segunda mesa’/ ‘Pues
va hecha una exagerada’… Se reflejan gestos y actos específicamente femeninos (Julia comprueba si
unos niños le han roto la media al tirarle un petardo). La prenda de ropa que
se convierte en un símbolo en la novela es la rebeca, la chaquetita que se ponía por encima de
blusas o trajes, que caracteriza
el gusto y las costumbres provincianas femeninas. Frente a la chica de
Madrid, con gran escote, sandalias y las uñas de los pies pintadas, las chicas
de provincia llevan medias y rebecas. Se las quitan al acercarse al portal de
sus casas. Lydia,
futura suegra de Gertru, desprecia las rebecas.
12. REPRESIÓN SEXUAL. Aparece de forma sutil,
por ejemplo, con el gesto de las chicas de cerrarse la chaqueta sobre el pecho, como
protegiéndose. Gran parte de los problemas entre Julia y Miguel proceden de la distinta concepción
de las relaciones
prematrimoniales. Julia cree necesaria la castidad absoluta y llega a pedirle perdón a
Miguel por haber consentido en sus caricias. Él se ríe y ella se entristece de
que no estime lo que todos consideran más importante en una chica: la inocencia. A Julia le
gusta lo que su novio le dice en sus cartas, pero se siente obligada a pedirle
que no le diga ‘esas cosas’; recuerda a todas horas cuando se abrazaban y
besaban, pero se confiesa
una y otra vez de estos pensamientos. Julia vive el problema de un modo más
consciente y por ello, más sano que Mercedes o que Elvira, sobre todo porque
espera arreglarlo al casarse y hacer lícito lo que ella y su novio desean. Elvira, por el contrario,
cae en contradicciones,
entre lo que hace y lo que quiere, entre su postura de chica liberada y los
prejuicios que la dominan. La decisión de casarse rápidamente con Emilio parece dictada por
el afán de protegerse contra la atracción que siente por Pablo. Se refugia en
el amor de un amigo que la infancia al que puede manipular. En cambio, Mercedes, con treinta
años, ya es una solterona
amargada.
NOVELA DE APRENDIZAJE
Natalia se haya en el momento de transición de la infancia a
la juventud. En su vida se abren perspectivas nuevas pero se cierran
dolorosamente otras.
Lo positivo es que está decidida a estudiar una carrera. Le
gustan las Ciencias Naturales y su profesor la anima a no renunciar a ello. Su
postura a favor de la decisión de Julia de irse a Madrid anuncia su actitud de independencia.
Tali pierde
primero el vínculo infantil que la unía a su padre. Lo siente lejano y
erróneo en sus posturas. Intenta recuperar la confianza y restablecer el
diálogo, pero fracasa. Su padre no sabe entender lo que su hija le dice.
Tali ha perdido el mundo de la infancia y no ha logrado ser
aceptada tal y como es en la actualidad. Su amiga íntima, Gertru, entra de golpe
con su compromiso oficial en el mundo de los adultos. No hay comunicación entre
ellas, aunque se mantiene el cariño. A Gertru le apetece hablar de su puesta de
largo, de sus regalos… Tali la siente lejana, viéndola pintada y con un vestido
que le impide sentarse sobre la hierba como siempre hacían.
Tali se siente desplazada. Su aparición en el Casino es un fracaso: no es capaz
de mantener una conversación intrascendente, seguir una broma, aceptar un
cumplido… Y en la fiesta de pedida de Gertru su aislamiento se evidencia: no
tiene nada en común con el mundo que la rodea, no tiene allí más amiga que
Gertru, pero siente que la ha perdido cuando ve su antiguo cuarto convertido en
un escaparate de regalos. No mira lo que su amiga le enseña: la pulsera, los
bolsos… Sus ojos buscan el
mundo antiguo: los libros y la infancia compartida. Abrumada, llora
sobre el hombro de su amiga.
Tali se enamora de Pablo. Su entusiasmo por él la lleva a afianzarse
en su postura de estudiar, pero ni siquiera es consciente de sus sentimientos.
El lector se da cuenta de ellos antes que Tali: su azaro, su deseo de volver a verlo, su
interés en contarle su vida… Cuando Alicia le hace ver que se ha enamorado, Tali se enfada. Pero no
niega que sea cierto. Parece que prefiere no indagar en ese sentimiento.
En un trimestre, Tali pasa del mundo infantil al de los adultos: su amiga
íntima dos meses más joven que ella va a casarse; Julia le hace confidencias de
mujer y busca su ayuda; habla con su padre como una persona responsable que
pide atención de adulto… Decide estudiar una carrera y se enamora.
El resultado debería ser un
aprendizaje positivo. Tali evoluciona bien, pero la transición es dolorosa.
Recordemos cuando dice adiós entre lágrimas a su primer amor.
ELEMENTOS FORMALES
TIEMPO
El tiempo externo de la novela nos lleva a mediados de los años 50.
Hay indicios al contexto al mostrar a aviadores y aspirantes a notarías como los mejores candidatos
para matrimonio. Se menciona la película ‘Marcelino pan y vino’ (estrenada en 1954).
En cuanto al tiempo interno, la novela transcurre desde mitad de septiembre hasta
mitad de diciembre. Hay un cambio en la velocidad narrativa entre las
dos partes externas de la novela: en la primera los hechos ocurren en 15 días;
en la segunda la acción se desacelera, se adapta al ritmo rutinario, que
implica el inicio del curso escolar y narra lo acontecido en dos meses y medio.
ESPACIO
Entre visillos se sitúa en una capital de provincia de los años cincuenta. Supera
el peligro del localismo para convertirse en la representación de un modo de
vivir que puede darse en cualquier parte. En todos los espacios (calles, casas
y habitaciones) predomina una sensación de claustrofobia y asfixia, tanto sean lugares públicos como
privados.
Entre los públicos, el instituto destaca porque aporta información de la
época. El casino es
el lugar donde se bebe, baila y flirtea. Las chicas se sientan juntas en una de
las salas, mientras que los hombres están en la parte del bar. Ellas esperan
que ellos tomen la iniciativa (menos Marisol). Los personajes se vigilan unos a
otros.
El Gran
Hotel es otro centro de reunión de los jóvenes, ya que dentro de él está
el ático de Yoni, que representa la modernidad y la fiesta. La mayor parte de
los que van lo hacen con intención de oír música extranjera, beber… Allí no hay
nada prohibido.
La catedral
acompaña a los personajes en sus paseos mientras la Torre vigila el
comportamiento de los ciudadanos.
En cuanto a espacios privados, la casa de la familia de Natalia marca la norma de comportamiento
social de la época. La tía
Concha controla los horarios y el cumplimiento de las costumbres. La
mayoría de escenas se desarrollan en el comedor, la habitación del mirador:
allí cosen, comen, leen… El mirador
se convierte así en un elemento clave de la vida de control y en el espacio femenino por excelencia.
La casa
de Elvira es más moderna,
puede que por la formación intelectual del padre, pero al morir este se
instauran las normas respecto al luto. El lugar más asfixiante es el comedor, ya que su madre mantiene las
persianas bajadas y las cortinas echadas para que no entre luz. Además,
reciben constantes visitas que acuden a darles el pésame, lo que intensifica la tristeza del
ambiente.
LA FAMILIA
La familia
patriarcal la representa la de Tali. El padre, cabeza de familia, se encarga de marcar
reglas que abarcan todos los aspectos de la vida. Este y la tía Concha son elementos
retrógrados, pues pretenden mantener a todos los miembros dependientes y unidos. La
primera víctima de ello es Mercedes,
a quien la frustración la lleva a alinearse con la tía.
En cuanto a Elvira, su familia es más moderna: la animan a cultivar su afición a la
pintura y a dedicarse a ello. El luto se impone: ropa negra, plazos para asistir a espectáculos…
No obstante, a pesar del luto, Elvira no restringe sus relaciones sociales.
Casi todas las familias son de clase media. La clase baja la representa Alicia Sampelayo: mal vestida, estudiosa y no muy lista.
El desorden y el ruido caracterizan su
entorno. Una simple cortina de flores separa el lugar donde duerme y estudia de
la peluquería de su
madrastra, pero Alicia está tan acostumbrada al ruido que ya ni lo oye. Ese mundo
y el de Tali están lejos, solo en el instituto se tolera la coincidencia. Y los
profesores saben que el paso de Tali y Elvira por sus aulas son marcadas
excepciones, ya que por dinero y posición social tendrían que haber ido al
colegio de monjas. La mezcla se produce a veces, en el Casino. Mercedes reniega
por ello, sin tener en cuenta que ella es hija de un negociante enriquecido. La
tía Concha no ve bien que Alicia vaya a estudiar a casa de Tali; pero tampoco
esta es bien acogida en casa de Alicia. Y esta última está convencida de que su
amistad con Tali no durará mucho.
NARRADOR
Se
alterna la narración en primera y tercera persona, que ofrecen
perspectivas complementarias y en muchos casos opuestas sobre lo mismo.
La narración en primera persona corresponde al diario de Natalia, al relato de
Pablo y a la carta de Julia en el capítulo 9.
En el diario
de Natalia, la voz narrativa es un yo central que se refiere a sucesos cercanos: Ayer, hoy,
ahora, son las marcas temporales más frecuentes. Utiliza coloquialismos (‘a lo
primero’) y transcribe las palabras de los personajes a veces en estilo directo, otras en indirecto.
Pablo
cuenta hechos pasados,
sin que podamos precisar desde qué distancia temporal. Pablo le dice a Emilio
que toma notas para un trabajo de Gramática, cosa que no tiene que ver con lo
que leemos, por lo que no sabemos qué es ese relato en primera persona.
Comienza como un narrador
testigo o periférico, que cuenta lo que ve, pero se convierte en narrador protagonista, ya
que él es el personaje más importante de lo que cuenta.
La narración
en tercera persona es omnisciente
selectiva. Se limita a narrar lo que ve y oye, sin emitir juicios de valor. En ocasiones
describe escenarios y transcribe pensamientos, pero normalmente se limita a reproducir
los diálogos de los personajes para contar qué pasa u ofrecernos puntos de
vista diferentes. Por eso, al final es el lector el que decide qué motivos lleva a los
personajes a actuar de una determinada forma: como cuando Elvira toma la
decisión de casarse o Pablo de irse a la ciudad.
No hay descripción física ni psicológica de los personajes;
esta información la proporcionan unos personajes sobre otros.
El gran número de personajes hace considerar la presencia de
un protagonista colectivo. La unidad de
la estructura se mantiene porque estos personajes coinciden en varios espacios: el Casino, el
estudio de Yoni, la casa de Gertru…
ESTILO
Combina
el registro literario con el coloquial. La autora maneja el lenguaje no
en busca de la perfección estilística, sino para reflejar la variabilidad de la lengua
y las conexiones de las palabras con entornos íntimos, dominando así el registro familiar o coloquial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario