jueves, 20 de agosto de 2020

FILO PREGUNTAS 4 EBAU: Platón, Descartes y Nietzsche


FILO PREGUNTAS 4 EBAU: Platón, Descartes y Nietzsche

 Heráclito, Parménides y Platón

Platón aprendió mucho de los filósofos presocráticos.

A pesar de que acepta de Heráclito la idea de que en el mundo físico ‘todo cambia y nada permanece’, sostiene que precisamente por eso es imposible obtener conocimiento verdadero de la realidad material y cambiante.

Por otro lado, simpatiza más con Parménides de Elea; ya que acepta de él la oposición entre conocimiento engañoso que ofrecen los sentidos y conocimiento verdadero que proporciona la razón. Podemos considerar su vía de la Verdad y de la opinión un antecedente a la distinción platónica entre conocimiento auténtico sobre la realidad inteligible (episteme) y opinión sobre el mundo aparente y sensible (doxa).

Además, las Ideas platónicas son como el Ser de Parménides: son la esencia de las cosas, y por tanto, eternas e inmutables. Por último, ambos comparten una concepción absolutista de la Verdad.

Relación con hechos históricos relevantes

El periodo en que vivió Descartes (siglo XVII) es una época de profundos cambios sociales e históricos. A continuación señalaremos dos acontecimientos que dejaron huella en Descartes: las guerras de la religión europeas y la condena a Galileo.

En cuanto a las guerras, la Reforma Protestante de Lutero y la subsiguiente Contrarreforma católica, desembocaron en conflictos bélicos entre países protestantes y católicos en Europa. Descartes participó en la Guerra de los Treinta Años, primero en el bando protestante y después en el católico, reflejando así la actitud de duda y crisis propia del siglo XVII.

Por otro lado, conoció la condena de Galileo Galilei (1633) por la Santa Inquisición, por defender el movimiento terrestre. Por eso no publicó en ese momento su obra ‘Tratado del mundo y de la luz’, en la que exponía su concepción mecanicista del mundo y defendía la tesis galileana.

Schopenhauer y su influencia en Nietzsche

Schopenhauer y Nietzsche parten de un mismo principio: voluntad de vivir (voluntad de poder en la filosofía nietzscheana). Es un impulso ciego que lucha por autoafirmarse.

Por un lado, Schopenhauer ve esta voluntad de vivir como un impulso egoísta, como un cúmulo de crueldad y codicia; por lo que la solución sería convertirnos en seres sin deseo, renunciando a los instintos.

Esta propuesta para Nietzsche significa negar la vida, al renunciar a aquello que es natural en el ser humano (los instintos) y que debería potenciarse para crecer. Por eso toma la voluntad de vivir y, en contraposición a Schopenhauer, manifiesta la necesidad de su realización práctica, diciendo ‘sí’ a la vida.

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