martes, 18 de agosto de 2020

Geografía: TEMA 3: LA DIVERSIDAD HÍDRICA, VEGETAL Y EDÁFICA.

 


TEMA 3: LA DIVERSIDAD HÍDRICA, VEGETAL Y EDÁFICA.

1. LA DIVERSIDAD HÍDRICA.

1. Los ríos peninsulares.

Un río es una corriente continua de agua que discurre por un cauce. Los ríos desembocan habitualmente en el mar o en otro río (afluentes).

1.1. Factores de la diversidad fluvial.

Factores
Relieve y topografía
Influyen en la organización de las cuencas de las vertientes hidrográficas, que se separan por unidades de relieve.
La erosión de los ríos aumenta con la inclinación del terreno
Influye en el régimen fluvial, dado que la altura del relieve determina si hay o no precipitación nival
Influye en las obras hidráulicas, como los embalses que se ven favorecidos por la topografía abrupta.
Roquedo
Determina la escorrentía, es decir, la circulación superficial o subterránea del agua.
Clima
Las precipitaciones determinan el caudal y sus variaciones a lo largo del año
Las temperaturas inciden en la evaporación del agua
La acción humana
Obras como los embalses, para el abastecimiento de agua, el suministro eléctrico y la regularización del caudal. Todo ello modifica los regímenes naturales.

1.2. Las cuencas fluviales y las vertientes hidrográficas

Cuenca fluvial: territorio que drena o evacúa sus aguas naturales a un río principal que las conduce al mar.

Divisoria de aguas: línea más elevada que separa dos cuencas fluviales. Coincide con la línea formada por las cumbres de mayor altura, a partir de las cuales la escorrentía superficial fluye hacia las distintas redes fluviales.

Las cuencas fluviales peninsulares:

-Están separadas por divisorias de aguas.

-Cuencas del Cantábrico, Galicia Costa, Miño-Sil, Duero, Tajo, Guadiana, Guadalquivir, Tinto-Odiel-Piedras, Guadalete-Barbete, cuencas internas de Cataluña, Ebro, Júcar, Segura y cuenca mediterránea andaluza.

-Dentro de la cuenca, las aguas circulan por un cauce y forman una red jerárquica desde los subafluentes y los afluentes al río principal.

Vertiente hidrográfica: conjunto de cuencas cuyas aguas vierten en el mismo mar. Hay una dismetría entre las vertientes atlántica-cantábrica y mediterránea por la inclinación de la Meseta hacia el O a partir del sistema Ibérico. Así, en la vertiente atlántica desembocan el 69% de ríos peninsulares y en la mediterránea, el 31%.

1.3. El caudal y el régimen fluvial.

EL CAUDAL

Caudal absoluto o módulo absoluto (M): cantidad de agua que pasa en un segundo por un punto dado del río. Se mide en m³/s en estaciones de aforo instaladas en varios puntos de su curso. Para determinar cómo es se debe haber hecho un estudio estadístico en un período de tiempo no inferior a 30 años. Es el caudal medio anual.

-A lo largo del recorrido del río el tramo con mayor caudal suele ser la desembocadura, donde se acumulan aportaciones de los afluentes. Esto no se cumple si hay fuerte evaporación, infiltración o consumo humano. Ríos más caudalosos: Duero, Ebro y Tajo.

-A lo largo del tiempo, el caudal puede presentar irregularidad. Los ríos más regulares son los de la vertiente cantábrica y los más irregulares, los de la mediterránea.

-Crecida: momento de máximo caudal de un río.

-Estiaje: momento de caudal más bajo de un río.

-Caudal relativo o módulo relativo (Mr): Caudal medio anual (M)´1000 l /extensión de la cuenca en km². El cociente se expresa en l/s/Km². Interpretación del resultado: escasez (menor que 5), valor medio (entre 5 y 15), valor elevado (mayor que 15).

-Coeficiente de irregularidad (CI): caudal mensual más alto/ caudal mensual más bajo. Interpretación del resultado: ríos regulares (menor que 3), ríos de transición (entre 3 y 7), ríos irregulares (superior a 7).

-Coeficiente de caudal (K): caudal medio mensual/ caudal medio anual (M). Es imprescindible en los hidrogramas (representaciones gráficas de las variaciones del caudal de un río). Interpretación del resultado: aguas altas (valor mayor que uno), sin variación del caudal (1) o aguas bajas (valor menos a 1).


EL RÉGIMEN FLUVIAL

Es la variación estacional del caudal de un río, determinada por el clima, litología, topografía, vegetación y la acción antrópica.

Tipos:

1. Régimen nival puro: corresponde a ríos o cabeceras de los ríos de alta montaña (situados en torno a 2500m). Su caudal está determinado principalmente por la precipitación nival. Así, los máximos se da en junio, cuando se produce el deshielo. El estiaje se da en invierno al quedar el agua retenida en forma de nieve o hielo.

2. Régimen mixto, propio de ríos de montaña media con influencia de la precipitación nival y pluvial.

2.1. Régimen nivo-pluvial. Corresponde a ríos de montaña media (2000-2500 m). El máximo se da en mayo, al fundirse la nieve a estas alturas, y existe un máximo secundario en O de tipo pluvial (en torno a 1). El estiaje invernal es más corto y el estival poco profundo.

2.2. Régimen pluvio-nival. Corresponde a ríos de montaña media (1600-2000m). Máximo principal en abril o marzo y el máximo secundario otoñal supera la unidad. No hay estiaje en invierno (no hay retención nival). El estiaje estival es profundo y se alarga hasta principios de otoño.

3. Régimen pluvial, propio de los ríos cuyo caudal viene dado por las precipitaciones exclusivamente.

3.1. Régimen pluvial oceánico. Corresponde a ríos de la vertiente cantábrica y atlántico-gallega. Presentan aguas altas en invierno y estiaje en verano al disminuir las precipitaciones y aumentar la evaporación; lo que no implica escasez de caudal.

3.2. Régimen pluvial mediterráneo puro, propio de ríos del litoral levantino. 3 o 4 máximos (2 en P y 1 o 2 en O, más intensos). 3 o 4 mínimos, siendo el principal en verano. La irregularidad fluvial puede atenuarse si el río discurre por un roquedo calizo que infiltra el agua o si se encuentra regularizado por embalses, que incluso podrían invertir el estiaje estival.

3.3. Régimen mediterráneo continentalizado, propio de ríos del interior peninsular. 2 máximos (uno a finales de I o principio de P y el otro, en O). Estiaje estival largo y pronunciado (4-6 meses), existiendo un mayor diferencia entre las aguas altas y bajas que en el régimen oceánico. Además, hay un mínimo relativo en invierno por el anticiclón peninsular (enero/febrero).

3.4. Régimen pluvial subtropical, propio de ríos meridionales: cuenca del sur, Extremadura y bajo Guadalquivir. Intenso período de aguas altas en I (enero/febrero) y estiaje profundo y prolongado en V (7 meses o más por debajo de 1: entre principios de P y mediados de O).

 

 1.4. Baleares y Canarias

Carecen de ríos. Los arroyos o corrientes de escaso caudal (alimentados por manantiales) y torrentes que hallamos en los archipiélagos, no son corrientes de agua continuas.

La sobreexplotación de los acuíferos ha supuesto que apenas existan arroyos hoy.

1. La diversidad hídrica.

2. Las zonas húmedas: lagos y humedales.

Estas zonas son superficies cubiertas de agua procedente de las precipitaciones, de los ríos, o de los acuíferos.

España cuenta con más de 2000 lagos y humedales; pero muchos son pequeños, de carácter estacional y se ven amenazados por causas naturales (colmatación por aportes de los ríos o tierras, vertido de escombro o la desecación.

2.1. Los lagos.                       

Son masas de agua naturales acumuladas en zonas deprimidas, que alcanzan cierta profundidad (10-15m).

En España, al ser de menor tamaño se les llama lagunas.

a) Lagos endógenos, originados por fuerzas del interior de la Tierra:

-Lagos tectónicos, formados en terrenos hundidos por la acción de pliegues o fallas. Laguna de La Janda en Cádiz.

-Lagos volcánicos, en el cráter de un volcán apagado. Campo de Calatrava en Ciudad Real.

b) Lagos exógenos, originados por fuerzas externas (acción del hielo, del agua y del viento):

-Lagos glaciares, formados en las cubetas excavadas por el hielo en el circo del glaciar (lagos de circo, laguna de Gredos) o en el valle glaciar (lagos de valle, como los ibones pirenaicos).

-Lagos cársticos, en cubetas creadas por la disolución de caliza o yeso: Lagunas de Ruidera en Castilla-La Mancha.

-Lagos endorreicos, más típicos. En zonas áridas donde las escasas aguas no tienen fuerza para llegar al mar y se acumulan en zonas deprimidas o llanas. Aguas salobres y poco profundas. Son característicos de las depresiones interiores y exteriores de la Meseta, como las lagunas manchegas de las Tablas de Daimiel.

-Lagos eólicos. Ocupan depresiones excavadas por la acción del viento sobre materiales blandos, como las closes del Ampurdán.

2.2. Los humedales

Son extensiones de terreno cubiertas por aguas poco profundas, muchas veces de modo intermitente, pues durante el verano bajan su nivel e incluso pueden desaparecer. Los humedales pueden ser interiores o costeros.

Son zonas de interés biológico por albergar muchas especies adaptadas a un medio de transición entre agua y tierra; y sobre todo por ser lugar de anidamiento y parada de aves acuáticas en sus migraciones.

Humedales destacados: los del parque nacional de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real); las marismas del Guadalquivir, el delta del Ebro y las albuferas de Valencia y del Mar Menor.

Humedales interiores

-Lagunas: masas de agua acumuladas en zonas deprimidas de menos tamaño y profundidad que los lagos (Laguna Negra, Soria).

-Charcas: pequeñas acumulaciones de agua estancada. Zalamea de la Serena, en Badajoz.

-Turberas: áreas inundadas donde la abundante vegetación muerta acumulada en el fondo, ante la falta de oxígeno, se va convirtiendo en carbón. Turbera de Palos de la Frontera, Huelva.

Humedales costeros

-Deltas: salientes costeros formados cuando un río aporta más sedimentos de los que puede redistribuir el mar, por tratarse de una masa tranquila de agua, sin fuertes corrientes ni excesivo oleaje.

-Albuferas: lagos costeros salados separados del mar por un cordón de arena que cierra una bahía. Suelen convertirse en marismas y colmatarse por los aportes terrestres.

-Marismas: llanuras de fango formadas en bahías bajas, que se rellenan con sedimentos de los ríos que las atraviesan y por el mar.

-Marjales: zonas húmedas próximas al mar, bajas y pantanosas, cubiertas de vegetación casi en su totalidad (marjal de Sagunto).

-Estuarios: desembocaduras de un río formando una amplia abertura, que se ve afectada por las corrientes de la marea, por lo que se mezclan agua dulce y salada. Estuario de A Foz, Pontevedra.

-Esteros: terrenos pantanosos en el que abundan plantas acuáticas, que suelen llenarse de agua por la filtración de un río o llanura cercana. (Estero de Domingo Rubio, Huelva).

-Salinas: terrenos salinos encharcados por la evaporación del agua salada (Salinas de Santa Pola, Alicante).

3. Los acuíferos.

Son embolsamientos de agua subterránea, formados cuando las aguas de precipitación se infiltran, encuentran un estrato impermeable y se acumulan sobre él. Descargan sus aguas en ríos, manantiales o en el mar.

En la Península hay cerca de 1000 acuíferos, que ocupan casi la mitad de su superficie. Se concentran en áreas con roquedo permeable, como las arenas y las gravas de ciertos sectores de las cuencas terciarias y de las riberas fluviales (acuíferos detríticos) o áreas de roquedo calizo (acuíferos carbonatados). Están casi ausentes en zonas con roquedo poco permeable (granítico y arcilloso).

En Baleares y Canarias los acuíferos proporcionan la mayor parte de los recursos hídricos, pues se ven favorecidos por la permeabilidad de las rocas calizas y arenosas (Baleares) y de las volcánicas (Canarias).

2. La diversidad vegetal.

1. La vegetación y las regiones florales.

Vegetación o flora: conjunto de especies vegetales de un territorio, integrada por formaciones vegetales o grupos de vegetación individualizados por su tamaño y por su fisonomía (bosque, matorral y prado).

La vegetación se distribuye en grandes conjuntos florísticos (reinos florales) que se subdividen en regiones.

Regiones florales de la Península: región eurosiberiana (N peninsular y algunos sectores de los sistemas Central e Ibérico) y región mediterránea (resto de la Península). Las islas Baleares forman parte de la región mediterránea y las Canarias, de la macaronésica.

2. Factores de la diversidad vegetal.


FACTORES DE LA DIVERSIDAD VEGETAL
Físicos
Clima
Cada planta requiere condiciones diferentes de tª y precipitación.
Relieve
Propicia especies diferentes en función de
La altura
La orientación de las vertientes
Barlovento/sotavento
Solana/umbría
Suelos
Cada especie prefiere un tipo
Posición de la Península
Originalidad de la vegetación Canaria (insularidad)
Humanos
Degradación de la cubierta vegetal
Introducción de especies foráneas
Por su valor económico (especies de repoblación)
Por su aprovechamiento agrario

La vegetación española cuenta con unas 6000 especies. Factores que explican esta diversidad:

Clímax: vegetación de una zona resultante exclusivamente por la incidencia de factores naturales.

Vegetación secundaria: aquella que es resultado de la intervención humana.

3. Los paisajes vegetales de España.

Las formaciones vegetales se disponen en comunidades, cuyo conjunto constituye el paisaje vegetal de un área.

Bioclimas: áreas dotadas de homogeneidad en cuanto a clima y vegetación.

3.1. El paisaje vegetal de clima oceánico.

Región floral eurosiberiana. Formaciones vegetales características:

a) El bosque caducifolio.

Es denso. Constituido por árboles altos, de tronco recto y liso, hoja grande y caduca. En el sotobosque crecen helechos y musgos, bajo la sombra de los árboles, próximos entre sí.

-El haya exige gran humedad, tolera mal el calor y muy bien el frío, por lo que es un árbol de montaña, que prefiere suelos calizos (tolera los silíceos). Su madera dura y de calidad se usa para elaborar muebles y utensilios. (En la cordillera Cantábrica y el Pirineo navarro).

 -El roble exige menos humedad que el haya, tolera mal el calor y el excesivo frío, por lo que se sitúa a alturas más bajas. Prefiere suelos silíceos. (En Galicia y la cordillera Cantábrica).

  -El bosque marcescente de rebollo y quejigo, propio del clima oceánico de transición. Es menos denso y de árboles menos altos, que mantienen sus hojas secas hasta el nacimiento del nuevo brote para proteger las yemas del frío. Sus bellotas son alimento del ganado.

La acción humana ha cambiado la vegetación natural:

-Reducción de la extensión del bosque: pérdida de usos tradicionales (leña y carbón vegetal en la calefacción rural, madera), quemas para obtener pastos, incendios…

-Introducción de especies secundarias de aprovechamiento agropecuario: el castaño ha ganado terreno a costa del roble (por su fruto y madera).

-Repoblaciones con árboles de crecimiento rápido y buen aprovechamiento económico como: el pino (madera y resina) o el eucalipto (celulosa y pasta de papel). Las hojas de estos dos árboles han contribuido a la acidificación y empobrecimiento del suelo. Además, son especies que arden más fácilmente ante un incendio.

 b) La landa y los prados:

Landa: vegetación densa de matorral, cuya altura puede ser baja o alcanzar los 4m. Aparece como degradación del bosque caducifolio. Suele usarse como cama de animales y luego, como abono. Sus especies más abundantes son el brezo, el tojo o la retama.

 

Prados: vegetación herbácea que ocupa grandes extensiones de terreno en los paisajes oceánicos. Se usan como alimento del ganado.

 

 

3.2. El paisaje vegetal del clima mediterráneo

Región floral mediterránea. Sus formaciones vegetales son xerófilas (adaptadas a la sequía estival). Desarrollan raíces muy extendidas en superficie o profundidad para captar el agua. Poseen hojas perennes y esclerófilas (duras y coriáceas), con sistemas para reducir la transpiración (revestimientos de resina o cera, espinas…)

a) Bosque perennifolio.

Poco denso. Sus árboles son de altura mediana, con troncos sinuosos, gruesos y gordos; y hoja perenne. Sus ramas crean copas globulares y amplias, que proyectan sombra sobre el suelo para mitigar la insolación y la evaporación. Posee un rico sotobosque (piorno, retama), pues los árboles se sitúan algo apartados unos de otros y penetra la luz fácilmente.

-Encina: resistente a la sequía, se adapta a todo tipo de suelos, por lo que es el árbol más típico y extendido del clima mediterráneo. Su madera, muy dura y resistente, se empleaba tradicionalmente para elaborar ruedas, carpintería exterior, utensilios…; y su fruto (bellota) para el ganado. Bosques mejor conservados en: Sª Morena, Extremadura y la sª de Guadarrama.

-Alcornoque: requiere cierta precipitación (más de 500mm/año), inviernos suaves y suelos silíceos. Su madera, muy dura, se usa para elaborar toneles y barcos; y su corteza, para obtener corcho. Se concentra en el SO peninsular, S Andalucía (de Cádiz a Málaga), NE Cataluña y Castellón. 

La acción humana ha supuesto cambios:

-Reducción de la extensión del bosque, por la pérdida de muchos de sus usos tradicionales; el obstáculo que suponen los árboles a la mecanización agraria y regadío móvil; incendios forestales.

-La modificación para uso agropecuario mediante el sistema de la dehesa. Consiste en aclarar el bosque de encina y alcornoque y combinar su conservación y la protección del suelo por los árboles, con el aprovechamiento agroforestal del fruto, la leña, la madera o la corteza de los árboles; ganadería y cultivo; y otros usos como la caza.

-Las repoblaciones con pino se han extendido por amplias zonas. Se adapta a condiciones climáticas extremas y a suelos diversos. Crece rápido y se aprovecha su resina y su madera: en construcción, elaboración de muebles, aglomerado y pasta de papel.

b) El matorral

El matorral mediterráneo no es una formación clímax, sino que es resultado de la degradación del bosque por el ser humano.

-Maquia: formación arbustiva de más de 2m de altura, muy densa y casi impenetrable. Especies principales: jara, brezo, lentisco, tomillo.

-Garriga: arbustos y matorrales de poca altura, que dejan algunas zonas sin cubrir. Especies destacables: tomillo, romero, espliego.

 -Estepa: formación de hierbas bajas, entremezcladas con arbustos espinosos, bajos y discontinuos, que dejan al descubierto suelos pobres. Especies: palmito, tomillo, esparto y esparraguera.  La estepa es propia de: 1) zonas semiáridas del SE y del valle del Ebro, donde la sequía impide el crecimiento de los árboles y 2) zonas donde la garriga ha sido degradada.

Usos del matorral mediterráneo: perfumería; medicina natural o industria farmacéutica; condimento gastronómico; y fabricación de escobas, esteras, cuerdas…

3.3. El paisaje vegetal de ribera.

En las riberas de los ríos, el suelo húmedo hace que la vegetación sea distinta a la de su entorno –especialmente en zonas secas-. La presencia contante de agua hace que solo puedan vivir allí ciertas especies, dispuestas en franjas paralelas al río, desde las que están en contacto con el agua hacia el exterior.

Bosques de ribera

Formados por especies como el aliso y el sauce (cuyas raíces necesitan estar en el agua); el chopo, el álamo y el fresno (solo requieren humedad en el extremo inferior de las raíces); y el olmo (menos exigente de humedad). Algunos de estos árboles, de crecimiento rápido y madera blanda (chopo o sauce) se usan para armazones y embalajes.

Junto a los bosques crecen juncos y matorrales: cornejo, aligustre, madreselva, zarzamoras y rosales silvestres.

La acción humana

Ha reducido la extensión de los bosques, al alterar los márgenes y los cauces para cultivar, urbanizar o canalizar agua. Esto ha supuesto una grave pérdida, sobre todo en la España seca.

3.4. El paisaje vegetal de montaña.

En la montaña la vegetación se dispone en pisos según la latitud, la altitud y la orientación (barlovento/sotavento; solana/umbría).

Bosque hasta donde la tª media anual alcanza los 10°C; matorrales a partir de la altura donde el frío impide el crecimiento de árboles; prados y pastizales de hierbas y matas enanas en zonas cubiertas por nieve muchos meses; y plantas rupícolas adaptadas a vivir sobre las rocas o en sus fisuras (líquenes y musgos).

a) Montaña alpina o pirenaica (Pirineos). Pisos vegetales:

1) Piso basal: hasta 1200m. Encinas, robles o quejigos y hayas.

2) Piso subalpino: 1200-2400m. Coníferas (árboles o arbustos resinosos con frutos agrupados en conos, como: el pino silvestre, el abeto y el pino negro). El abeto puede formar bosques mixtos con el haya. Sotobosque: arbustos (rododendro y arándano).

3) Piso alpino: 2400-3000m. Prado y pastizal, sectores de roca desnuda y canchales*, donde crecen pequeñas plantas rupícolas.

*Canchales: acumulaciones de fragmentos de rocas rotas al pie de las montañas.

4) Piso nival: más de 3000m.

-Espacios planos donde la nieve se mantiene todo el año y no hay vegetación.

-Espacios de fuerte inclinación: la nieve desaparece cierto tiempo; crecen pequeñas plantas rupícolas.

b) Montaña atlántica: vertiente N de la c. Cantábrica.

1) Piso basal forestal: bosque caducifolio.

2) Piso supraforestal: landa.                             

3) Cima con prados.

c) Montaña mediterránea: montañas del resto de la Península y de Baleares.

1) Piso basal forestal: bosque perennifolio (precedido de maquia en montañas meridionales) y caducifolio y/o pinares a mayor altitud.

2) Piso supraforestal: maquia o garriga.

3) Prados: solo en las cimas más elevadas o en umbrías.

Acción humana

Reducción de los bosques en favor de usos agropecuarios (pastos en la montaña atlántica, cultivos en la mediterránea –almendro, olivo, vid-) y de extensión de los bosques de repoblación con buen rendimiento económico. En otros casos la degradación o desaparición del bosque ha provocado su sustitución por el matorral.

3.5. El paisaje vegetal de Canarias

Corresponde a la región floral macaronésica de la que proceden las especies autóctonas, a las que se han incorporado especies de otras zonas. Por la insularidad, destacan los endemismos y las reliquias (formaciones vegetales propias de épocas geológicas pasadas con un clima diferente, que han sobrevivido en enclaves reducidos). El resultado es una riqueza vegetal sobre todo en islas con relieve montañoso. Pisos vegetales:

1) Piso basal (desde el nivel del mar hasta los 300-500m). Plantas que soportan la sal (halófilas) y la arena (psamófilas) como la barrilla; y una elevada aridez (matorrales como el cardón y la tabaiba).

2) Piso intermedio. 200-800m. Aumento de la humedad y descenso térmico. Palmeras, dragos, sabinas.

  3) Piso termocanario (800-1200m). Vegetación adaptada al mar de nubes (niebla causada por el alisio que aporta gran humedad, mayor refrescamiento y menor insolación). 2 formaciones de bosque: laurisilva (muy denso y con muchas especies) y el fayal-brezal (resulta de la degradación de la laurisilva por la acción humana).

4) Piso canario. 1200-2200m, por encima del mar de nubes, por lo que la vegetación debe adaptarse a la aridez y al frío. Bosque de coníferas (pino canario, que a mayor altitud da paso al cedro canario).

5) Piso supracanario.  Por encima de los 2200m. Tenerife y La Palma. Matorrales (codeso, retama) y matillas dispersas de riqueza florística (violetas del Teide).

 Acción humana

Retroceso de vegetación en: 1) zonas bajas y en las medianías (600-1500m) por la implantación de urbanizaciones turísticas y cultivos y 2) en áreas de bosque.


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